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¿Qué tan creativa es la inteligencia artificial?

Juan Esteban Cock V.
@JuanEstebanCock

La Inteligencia Artificial se está convirtiendo en parte integral de muchas áreas de nuestra vida, desde la atención médica y la fabricación de productos, hasta el comercio minorista y el entretenimiento. Ha demostrado también ser capaz de realizar tareas complejas y repetitivas con una precisión y velocidad increíbles, y se ha utilizado con éxito en campos como la detección de fraudes, la optimización de la cadena de suministro, la planificación financiera, entre otras innumerables áreas.

Pero, ¿qué tan creativa es realmente la IA? ¿Puede la IA generar ideas y soluciones innovadoras de la misma manera como lo hacemos los seres humanos? En primer lugar, es importante definir qué se entiende por "creatividad". La creatividad se define a menudo como la capacidad de producir nuevas, innovadoras e imaginativas ideas o conceptos, pero también, como la capacidad de transformar ideas o conceptos ya existentes en desarrollos originales y útiles para la humanidad.

La creatividad se refiere también a la capacidad humana de pensar de manera divergente, de explorar diferentes posibilidades y encontrar soluciones a problemas complejos.

Lo que sí es cierto, es que la IA está cambiando las reglas de juego del mundo creativo. Hoy ya se está aplicando Inteligencia Artificial Generativa (GAI, su sigla en inglés), la cual ha demostrado ser una tecnología transformadora en muchos campos. Parte de algoritmos de aprendizaje automático para crear nuevos datos, imágenes, sonidos, textos y otros contenidos a partir de una cantidad relativamente pequeña de datos de entrada. Se viene utilizando en la creación de música y arte, hasta diseños de productos.

A diferencia de la IA tradicional, que se entrena a través de datos históricos y se utiliza para tomar decisiones basadas en patrones históricos, la IA generativa puede crear contenido original que no se basa en ningún conjunto de datos históricos. Esto significa que puede ser utilizado para explorar nuevas ideas y posibilidades que no se han visto jamás.

Los artistas y músicos están utilizando IAG para crear nuevas obras, que de forma tradicional no serían posibles. Por ejemplo, el artista alemán, Mario Klingemann, ha utilizado esta tecnología para crear imágenes y videos que exploran el concepto de la belleza y la complejidad en la naturaleza y la sociedad. Otro ejemplo es el proyecto Amper Music, que utiliza la IA generativa para crear música personalizada en tiempo real.

Esta tendencia, está cambiando también las reglas del juego en campos como el diseño de productos y la industria de la moda. La marca holandesa, The Fabricant, ha creado una línea de ropa completamente virtual utilizando la AIG. Sus diseños los crea a partir de algoritmos de aprendizaje automático y luego se visualizan en modelos virtuales.

Otra industria, en la cual la IA generativa lo está transformando todo, es en la creación de contenido de videojuegos. Los desarrolladores pueden utilizar la tecnología para crear personajes, paisajes y niveles de juego que no se habrían podido crear de otra manera. Esto permite a los desarrolladores generar experiencias únicas y más emocionantes para los jugadores.

Sin embargo, el concepto de "coeficiente intelectual" (CI) que tiene una relación estrecha con nuestra capacidad de crear, no se puede aplicar directamente a la IA. El CI es la medida de la capacidad cognitiva de un individuo en comparación con otros de su edad y grupo demográfico. Se calcula a través de pruebas estandarizadas que evalúan habilidades como la memoria, la capacidad de razonamiento y el vocabulario. Mientras que la IA, es un sistema de software que utiliza algoritmos de aprendizaje automático y procesamiento de lenguaje natural para analizar y aprender grandes conjuntos de datos. Por lo cual, se puede decir, que la IA no tiene una capacidad cognitiva en el sentido humano del término, y no se puede medir su "coeficiente intelectual" de la misma manera que se mide el nuestro (Esperando que tú, quien me está leyendo, sea tan terrenal como yo).

Es el momento para empezar a plantear y resolver algunas preguntas éticas importantes. Por ejemplo, ¿quién es responsable del contenido y las ideas generadas a través de IA? ¿Cómo se asegura que el contenido no sea discriminatorio o no incluyente? ¿A quién pertenece realmente la propiedad intelectual de sus creaciones? Estas y muchas otras preguntas deberán abordarse desde lo legal, a medida que la tecnología continúa avanzando.

Para terminar, es importante tener en cuenta que la IA puede tener habilidades especializadas en ciertas áreas, pero, por fortuna, carece de la capacidad de aplicar el conocimiento y la lógica de manera flexible y creativa como lo hacemos los humanos.

Y como lo dice el equipo de Google Deepmind, la velocidad de entrada de estas nuevas tecnologías a nuestras vidas, sobrepasó nuestra capacidad de adaptación a ellas. La única manera de enfrentar esta imparable realidad, es desarrollando nuestra capacidad creativa, para lo cual debemos leer, estudiar, viajar, investigar y mantener vivo nuestro espíritu de niños, para preguntarnos siempre "los por qué" de todo aquello que no podamos explicarnos. Así, podremos convivir con las nuevas y futuras tecnologías, de forma más armoniosa.

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