Liderazgo

El ABC del éxito: actitud, bondad y compromiso

Juan Esteban Cock V.
@JuanEstebanCock

El éxito en la vida y en los negocios no es solo una cuestión de habilidad técnica o conocimiento, sino también de la actitud que se adopta frente a la vida y los retos laborales, la bondad con la que se trata a los demás y el compromiso con las metas y responsabilidades de cada parte.

Los líderes que demuestran una mentalidad positiva inspiran a sus equipos a adoptar la misma actitud. Este estilo de liderazgo no solo se enfoca en los resultados, sino que también valora el proceso y el esfuerzo, reconociendo y celebrando los logros a lo largo del camino.

Esta perspectiva fomenta un ambiente de trabajo colaborativo y de apoyo, donde todos se sienten valorados y empoderados para contribuir con sus ideas y esfuerzos.

La actitud ganadora es un factor decisivo que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Se caracteriza por el optimismo, la confianza en sí mismos, la resiliencia ante los obstáculos y la capacidad para aprender de los errores y abrazarlos. Las empresas que cultivan una actitud ganadora no solo inspiran a sus empleados a rendir al máximo, sino que también crean una cultura organizacional que atrae y retiene a los mejores talentos. Además son calificadas por sus clientes como excepcionales en términos de servicio.

Un buen ejemplo de empresa exitosa que se destaca por su “sello de buena actitud” que le pone a todo lo que hace, sin duda es Apple, la cual ha demostrado una inquebrantable determinación para innovar y mejorar continuamente la experiencia del cliente. La empresa ha implementado una cultura de alta exigencia, donde se valora la proactividad y la capacidad para asumir riesgos calculados.

Esta actitud ha permitido a Apple obtener un índice ACSI de 82 (índice basado en tres valores diferentes: Las expectativas del cliente, la calidad percibida y el valor percibido) y cuenta demás con una puntuación NPS de 61, la cual está por encima del promedio en el sector tecnológico, donde la puntuación media es 59. Sin embargo, ciertos productos, como los Airpods, funcionan excepcionalmente bien con un NPS de 75.

Por otro lado, ser amable y empático con los diferente grupos de interés internos, no solo mejora el ambiente de trabajo, sino que también fomenta un mayor compromiso y lealtad. Los líderes que practican la bondad y la empatía son más efectivos en inspirar a sus equipos.

El liderazgo basado en la bondad crea una cultura organizacional positiva y productiva, donde los empleados están más dispuestos a colaborar y a contribuir con sus mejores ideas y esfuerzos.

Aunque algunas veces subestimada en el ámbito empresarial, la bondad es un componente crucial para el éxito a largo plazo, por lo que se ha convertido en un valor esencial para muchas organizaciones que buscan no solo el éxito financiero, sino también su impacto positivo en la sociedad.

Este enfoque implica actuar con ética, responsabilidad y empatía, poniendo en el centro el bienestar de los empleados, las comunidades y el medio ambiente.

Un buen caso es Toms, la empresa estadounidense fabricante de calzados y accesorios cuyo modelo de negocio exitoso se basa en una estrategia de marketing social que busca combinar los objetivos comerciales con una acción benéfica llamada “One for One”, a través de la cual, la compañía regala un par de zapatos a niños de bajos recursos por cada par vendido. Desde 2006, han donado +95 millones de pares.

El tercer pilar de este ABC, es el compromiso. Ser comprometidos significa tomar responsabilidad por nuestras acciones y perseverar en nuestras metas a pesar de las dificultades que se puedan presentar y la incertidumbre normal de los entornos cambiantes.

El compromiso laboral implica que los empleados se sientan conectados emocionalmente con la empresa, se identifiquen con su propósito, valores y objetivos estratégicos, y estén dispuestos a dar “la milla extra” para alcanzar metas comunes. Este nivel de compromiso no solo mejora la eficiencia, sino que también reduce la rotación de personal y fomenta un ambiente de trabajo positivo.

Para fomentar el compromiso, las empresas pueden implementar diversas estrategias. Estas incluyen el reconocimiento a los logros, la recompensa por el buen desempeño, la creación de oportunidades de desarrollo profesional y la promoción de un entorno de trabajo inclusivo y respetuoso. La comunicación abierta y transparente entre la dirección y los empleados también es esencial para construir una cultura de confianza y compromiso.

Según la última entrega de Gallup referente a los niveles de compromiso de los colaboradores en el mundo, solo el 23% de las personas están altamente comprometidas con las empresas para las que trabajan. Llama mi atención de forma positiva, es que al poner la lupa en Latino América y el Caribe, la cifra sube al 31%. Aunque falta mucho por hacer, algo seguramente estamos haciendo mejor en este lado del mundo.

El compromiso laboral también está estrechamente relacionado con los resultados financieros. Una investigación realizada en Estados Unidos por Microsoft WorkLab muestra que las empresas con mayores niveles de engagement superaron el S&P 500 - uno de los índices bursátiles más importantes. Al final del último año fiscal, estas compañías tuvieron $46.111 dólares más en capitalización del mercado por cada empleado, en comparación con las empresas con un bajo compromiso de sus colaboradores.

Para finalizar, hazte la pregunta: ¿cómo están tus niveles de ABC y los de tu empresa?

Heart | Marcas más humanas

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