En nuestro caminar por múltiples empresas y diversos mercados, encontramos que los equipos responsables de mercadeo y comunicaciones, en su mayoría, tienen bastante clara la Propuesta de Valor del Cliente (CVP, por sus siglas en inglés), pero solo algunas cuantas compañías tienen definida su Propuesta de Valor del Empleado (EVP), un elemento crucial en la estrategia de talento humano de cualquier organización. Se trata de la promesa única que una empresa ofrece a sus colaboradores en términos de lo que pueden esperar de su marca empleadora y cómo se sentirán valorados y recompensados por ella.
Es ahí donde radica la oportunidad de integrar en la misma mesa a estas 3 áreas (Mercadeo, Comunicaciones y Talento Humano), porque las marcas deben construirse de adentro hacia afuera para lograr coherencia entre lo que se promete a los colaboradores y se diseña internamente en términos de productos o servicios, con lo que se promete y entrega en términos de valor a los consumidores.
Exploremos juntos la importancia de diseñar y fortalecer tu EVP para atraer, retener y comprometer a los mejores talentos, el cual se compone de varios elementos, que pueden variar según la empresa. Aquí algunos de ellos:
- Compensación y beneficios: ¿Qué tipo de salario y beneficios adicionales estas ofreciendo a tus colaboradores?
- Cultura organizacional: ¿Cuál es la orientación cultural de tu empresa y a través de qué tipo de experiencias se vive en el día a día?
- Desarrollo profesional: ¿Qué oportunidades de crecimiento y desarrollo le ofreces a tus colaboradores?
- Equilibrio entre trabajo y vida personal: ¿Promueves un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal?
- Reconocimiento: ¿Cómo recompensas los logros individuales y grupales de tu gente?
- Ambiente laboral: ¿Qué condiciones de trabajo, infraestructura y ambiente proporcionas.
Para ilustrar un poco, cómo diseñamos y enlazamos el CVP con el EVP desde nuestro modelo de Heart, un ejemplo: Nos invitaron a diseñar la estrategia de branding de dos compañías que se habían fusionado. Indagamos las percepciones con relación a los valores corporativos entre 2.400 colaboradores, para definir cualitativa y cuantitativamente aquel valor más preponderante.
El que más peso tuvo fue la confianza (aunque para nosotros “la confianza” no debe declararse como un valor, porque es el resultado de muchas acciones, era ya un postulado de la compañía) y partiendo de éste definimos 2 propuestas de valor: hacia adentro lanzamos “Confianza mutua” como la propuesta de valor de los empleados (EVP) para lograr integrar ambas culturas y permitir que las personas confiaran en sus pares, en sus compañeros de trabajo y en el futuro de la compañía. Una vez interiorizado este EVP por todos los colaboradores (Unos 6 meses de trabajo interno), lanzamos la marca hacia afuera apalancados en el CVP “Confíanos tu progreso”. ¿Lo sientes coherente?
Una vez hayas creado y lanzado tu EVP, es importante tomar algunas medidas para fortalecerlo, como:
- Comunicación clara: Comunica de manera clara y consistente tu EVP a todos los empleados y prospectos a través de tu estrategia de marca empleadora.
- Alineación con valores: Asegúrate de que tu EVP esté alineado con los valores y la cultura de tu empresa.
- Personalización: En la medida que sea posible, adapta tu EVP para satisfacer las necesidades individuales de tus colaboradores.
- Evaluación permanente: Monitorea el entendimiento del EVP y cuando sea necesario ajústalo para que esté siempre en sintonía con la evolución de las necesidades y expectativas de tus colaboradores.
El posicionamiento de tu EVP es un proceso continuo que puede tener un impacto significativo en la satisfacción y el compromiso de tus colaboradores, lo que, a su vez, beneficia a tu empresa en general. Si aún no lo tienes definido, empieza a trabajar en él.
Y no olvides nuestra premisa estratégica: “Tu marca jamás podrá prometer lo que tus empleados no hayan logrado interiorizar”.
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